lunes, 19 de noviembre de 2018

ANTIBIÓTICOS Y PROBIÓTICOS.

El uso indiscriminado de antibióticos posibilita el desarrollo de resistencias bacterianas, anulando su efecto frente a infecciones y dejándonos desprotegidos.
 Ayer 18 de noviembre, se celebró el Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos. Según datos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica(SEIMC), podría haber hasta 180.600 pacientes cada año afectados por las ‘superbacterias’, patógenos multirrestentes a fármacos, que matan cada año en España unas 35.000 personas.
Los antibióticos son los medicamentos que combaten las infecciones bacterianas y, su uso adecuado y bajo prescripción médica, puede salvar vidas. Los antibióticos matan las bacterias o impiden que se reproduzcan pero, en ningún caso, combaten las infecciones causadas por virus. De ahí la importancia de acudir al médico para que determine la necesidad o no de ingesta de antibiótico. España ocupa el primer lugar del mundo en consumo de antibióticos sin razones epidemiológicas que lo justifiquen y ello está directamente relacionado con el aumento de la resistencia, por lo que, educar a la población en el uso adecuado –por prescripción médica- es fundamental.
En los casos en los que está recomendado su uso, pueden causar efectos adversos como la diarrea, que se produce por la modificación del tipo y cantidad de los microorganismos que habitualmente colonizan el intestino y colaboran en sus funciones cotidianas. Este desequilibrio y la alteración de las funciones de absorción de nutrientes, líquidos, minerales, etc., junto con la alteración de la motilidad intestinal y acción tóxica directa sobre la mucosa..... provoca pérdidas, fundamentalmente de agua y sales, en las heces. Puede afectar a cualquier persona desde el momento en el que empieza a ingerir un antibiótico pero, especialmente los niños, se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Al menos 1 niño de cada 5 en tratamiento antibiótico, desarrollará una diarrea secundaria, momento en el que se deberá reponer esas pérdidas evitando que acabe deshidratándose.
Como el antibiótico no puede suspenderse, el restablecimiento del equilibrio entre los microorganismos que habitan el intestino, con la ayuda de probióticos cuando se considera necesario es, actualmente, la principal medida preventiva, recomendándose como terapia adyuvante en la diarrea junto a los sueros de rehidratación oral.
Se ha demostrado que la administración de probióticos concomitantemente con los antibióticos orales, reduce en un 75% la aparición de episodios de diarrea2, siendo el de máxima efectividad el Lactobacillus rhamnosus GG, el probiótico más estudiado del mundo, de gran ayuda en situaciones clínicas en las que es necesario mantener el equilibrio de la flora intestinal frente a agentes externos como antibióticos. Los expertos afirman que es importante especificar la cepa y la cantidad de probiótico, pues no solo debe contener bacterias vivas, sino que éstas deben llegar vivas y activas al tracto digestivo.
Ante la administración de antibióticos, deben seguirse cuidadosamente las indicaciones del médico, leer bien el prospecto y terminar el tratamiento aunque se vea una mejoría.

Fuente: "Farmaventas", 19/11/2018.

martes, 23 de octubre de 2018

VACUNAS: EL GRAN MURO DE CONTENCIÓN ANTE ENFERMEDADES EVITABLES Y MORTALES.

La inmunización evita tres millones de muertes al año en todo el mundo, 60 fallecimientos por hora, recuerda la OMS. La industria farmacéutica innovadora trabaja en la actualidad en el desarrollo de más de 260 vacunas para distintas patologías.
Gripe, viruela, tétanos, sarampión, poliomelitis… Y así hasta 25 enfermedades contra las que existen más de 40 vacunas desarrolladas que han logrado controlar y evitar los efectos de estas patologías, o incluso erradicarlas en algunos casos. Según datos de la OMS, las vacunas evitan tres millones de muertes al año (60 por hora), 2,5 millones de ellas de niños. Son el gran muro de contención contra estos problemas de salud.
Las vacunas son productos biológicos complejos y muy sofisticados que estimulan la producción por el organismo de anticuerpos frente a un patógeno o un alérgeno y, en consecuencia, generan inmunidad frente a la enfermedad o alergia causada por dicho patógeno o alérgeno.
En la actualidad, la industria biofarmacéutica innovadora trabaja en el desarrollo de más de 260 vacunas para distintas enfermedades, según un informe elaborado por la patronal estadounidense, Phrma.
Toda la actualidad referente a esta rama de la medicina será analizada este fin de semana en el IX Simposio de la Asociación Española de Vacunología, en Sevilla, en vísperas del comienzo de la campaña de vacunación contra la gripe.
Entre otros asuntos, el foro de esta sociedad científica prevé abordar las vacunas que vienen (Malaria, Ébola o Zika, entre otras), los falsos mitos sobre la inmunización o el pasado, presente y futuro de la vacunación contra la citada gripe.
Ante la campaña de este año, el Ministerio de Sanidad ha planteado la necesidad de “aumentar las coberturas de vacunación en profesionales sanitarios”, y publica también el listado de grupos de población para los que está recomendada la vacunación contra la gripe. Además de los profesionales sanitarios, la vacuna se aconseja a personas a partir de los 65 años de edad; personas con menos de 65 años de edad que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe; personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones, y sectores profesionales que trabajan en servicios públicos, como seguridad, educación o emergencias.
La pasada primavera, un panel europeo de expertos compuesto por representantes de médicos, farmacéuticos, profesionales de enfermería, políticos y asociaciones de pacientes hicieron público un manifiesto en el que reclaman aumentar la cobertura de la vacunación contra la gripe. Entienden que se tiende a subestimar la gravedad de la enfermedad, que sin embargo causa una gran morbimortalidad, hasta el punto de ser responsable de hasta 70.000 muertes al año en Europa y 650.000 en todo el mundo.
Precisamente, el citado manifiesto pide una batería de medidas dirigidas a potenciar la vacunación, en especial de los grupos de riesgo (personas mayores, mujeres embarazadas y niños) y de los colectivos de profesionales sanitarios. Y propone para empezar tomar conciencia del impacto para la salud que supone actualmente la gripe y potenciar su prevención a través de programas de vacunación dentro de las políticas sanitarias de cada país “que incluyan el establecimiento de objetivos concretos de cobertura vacunal” para la población.

Fuente: "Farmaventas", 23/10/2018.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS

¿Qué es el síndrome de piernas inquietas?

El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico frecuente, que se caracteriza por la urgente necesidad de mover las piernas, de forma muy marcada durante el descanso nocturno o en posición sentada. Esta sensación de incomodidad puede describirse como inquietud, espasmos, agarrotamiento, hormigueos…
El movimiento involuntario y constante es el síntoma típico del síndrome de piernas inquietas.
El síndrome de piernas inquieras suele provocar insomnio.
Este trastorno normalmente provoca insomnioporque el paciente siente mejoría levantándose, estirando o moviendo las piernasPor ello, es muy frecuente que se consulte al médico por el insomnio y no por el problema neurológico que lo origina. Esto explica que el síndrome de piernas inquietas sea un problema que se dilate en el tiempo hasta que finalmente se diagnostica.

¿A quién afecta?

El síndrome de piernas inquietas puede aparecer a cualquier edad (incluida la infancia), pero, dado que muchas de sus causas son más frecuentes conforme la edad es más avanzada, su incidencia aumenta muy claramente después de los 40-45 años.
Puede afectar a ambos sexos, aunque podría ser algo más frecuente en mujeres. De hecho, el embarazo constituye una situación de riesgo para su aparición.

¿Qué causa el síndrome de piernas inquietas?

Nuestro conocimiento actual del síndrome indica que puede aparecer en distintos tipos de trastornos que tienen como punto en común una alteración en la regulación de un neurotransmisor denominado dopamina. En concreto, el síndrome de piernas inquietas es muy típico de quienes toman algunos tipos de medicamentos, especialmente, psicofármacos del tipo de los antipsicóticos o antidepresivos que interfieren con la función de ese neurotransmisor.
Otras causas que pueden motivarlo son:
  • Distintas alteraciones nutricionales en los niveles de ciertos micronutrientes, como el hierro. De esta forma, puede aparecer como un síntoma de la anemia debido a la falta de hierro.
  • Existen diversas enfermedades gastrointestinales como la enfermedad celíaca, o la enfermedad de Crohn, en las que aparece con más frecuencia de lo habitual, en posible relación con una mala absorción o insuficiencia de los niveles de hierro.
  • Puede obedecer a patologías sistémicas más complejas, como la diabetes y la insuficiencia renal, así como a enfermedades neurológicas donde hay una pobre producción de dopamina, cuyo caso más claro es la enfermedad de Parkinson.

¿Cuáles son sus síntomas?

El movimiento involuntario y constante de las piernas es el signo más característico de este trastorno y normalmente se agudiza al acostarnos y estirar las piernas.
Pero también pueden darse otras sensaciones, igualmente en las piernas, como:
  • Punzadas.
  • Escalofríos.
  • Ardor.
Como consecuencia de estas molestias, la persona afectada por SPI también experimenta nerviosismo e insomnio o dificultades para conciliar el sueño.

¿Cómo se diagnostica el SPI?

El médico realizará al paciente una serie de preguntas que intentarán distinguir el SPI de otros movimientos anómalos y trastornos del movimiento que pueden aparecer en la noche.
Habitualmente, no son necesarias otras pruebas complementarias que determinen el diagnóstico, pero sí es importante realizar un cribado de las enfermedades de las que podría ser expresión clínica el síndrome de piernas inquietas. En algunas ocasiones, se pueden realizar estudios más complejos de sueño o electromiograma para descartar otros diagnósticos u orígenes del problema.

¿Tiene tratamiento el síndrome de piernas inquietas?

Los fármacos que aumentan la función dopaminérgica han mostrado efectividad en este trastorno, como es el caso de medicamentos habitualmente empleados en la enfermedad de Parkinson. En ocasiones, pueden ser de ayuda determinados antiepilépticos, como la gabapentina, o benzodiacepinas específicas, como el clonazepam.
Sin embargo, es especialmente relevante establecer si hay un origen farmacológico del síndrome, para valorar la posibilidad de reducir la dosis o sustituir dicho tratamiento.
En los casos en que se detecta bajo hierro, el tratamiento con suplementos de este mineral puede resultar eficaz.

Fuentes:

Diez consejos para convivir con el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI):

  1. Descarta un origen farmacológico.Evalúa con los profesionales el posible origen farmacológico de los síntomas, para tomar la decisión más adecuada sobre el mantenimiento de fármacos potencialmente implicados en su aparición.
  2. Vigila tu historial familiar.Dado que existe una predisposición hereditaria a este trastorno, es importante conocer si otros familiares lo han padecido.
  3. Mantén un horario de sueño regular.Es recomendable que establezcas un horario regular de sueño, acostándote y levantándote a horas similares, también en los días no laborables.
  4. Sigue una dieta rica en hierro.Además de alimentarte de forma equilibrada y variada, intenta que tu dieta contenga numerosos alimentos ricos en hierro, especialmente si presentas altas necesidades o pérdidas de este mineral (como ocurre durante el embarazo o si tienes menstruaciones abundantes).
  5. No abuses del café.Mantén la ingesta de cafeína por debajo de las tres tazas diarias de café o equivalentes de otras bebidas con cafeína, ya que esta sustancia contribuye a la alteración del sueño y potencia las molestias típicas del SPI.
  6. Abandona hábitos tóxicos.
    Lo recomendable es que dejes por completo el consumo de alcohol y el tabaco, porque ambas son  sustancias que pueden empeorar los síntomas.
  7. Practica ejercicio físico de forma regular.
    El deporte puede contribuir a un mejor descanso nocturno, así como a un mejor retorno venoso, dos aspectos que suelen ayudar a reducir las molestias propias del síndrome de piernas inquietas.
  8. Medidas sencillas que pueden ayudarte.Los baños con agua caliente o fría, así como el masaje o las técnicas de relajación pueden ser de ayuda en los casos leves de este trastorno.
  9. Realízate análisis de sangre para determinar tus niveles de hierro.Ante cualquier sospecha, primero debes realizarte análisis de sangre para determinar los niveles de hierro y de ferritina y saber si están disminuidos, lo que ocurre en un 20% de los casos de síndrome de piernas inquietas.
  10. Ante la mínima duda, consulta a tu médico.
    Aunque te parezca que el malestar que experimentas por la noche es poco relevante, y que se debe a nerviosismo o cansancio de piernas, coméntalo con tu médico. En caso de que se trate de un síndrome de piernas inquietas, establecerá un tratamiento con el fin de mejorar tu calidad de vida.
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.

sábado, 15 de septiembre de 2018

CUIDADO EMOCIONAL EN EL EMBARAZO


Cuando una pareja decide tener un hijo y llega el embarazo, junto a los cambios y síntomas físicos que la mujer experimenta a lo largo de los siguientes meses, también los miedos, dudas y emociones empiezan a aflorar en la pareja, sobre todo cuando ambos afrontan la experiencia de la maternidad y paternidad por primera vez.
Por eso, además de tener en cuenta ciertos cuidados referentes a hábitos saludables como la alimentaciónel ejercicio, la preparación de las comidas, el sueño o la higiene, es importante  no descuidar los aspectos psicológicos que acompañan a un proceso tan intenso como es la gestación. En este sentido, existen diferentes esferas de la vida cotidiana, como la profesional, los hobbies o los viajes, que influyen en el estado emocional de la madre y sobre las que conviene tener en cuenta ciertas consideraciones.

Ocho de cada diez embarazadas afirman sentirse apoyadas por su pareja.
El apoyo de la pareja es fundamental para la embarazada.

¿Qué actividades de ocio y aficiones puedo mantener en el embarazo?

Durante el embarazo, es primordial que la futura madre siga disfrutando de sus aficiones y entorno social en la medida de lo posible. Divertirse, quedar con los amigos o familiares, salir con su pareja, practicar las actividades que más le gusten o realizar viajes siempre es una ayuda para mantener un buen estado de ánimo.
Sin embargo, deben evitarse las actividades muy extremas y tomar algunas precauciones añadidas en las rutinas habituales, con el fin de que disfrutar del ocio no la perjudique a ella ni a su bebé.
  • Fotoprotección: si las actividades se desarrollan al aire libre, la madre debe protegerse con un fotoprotector que contenga un factor de protección solar (FPS) 50+. Así mismo, una gorra o sombrero y unas gafas de sol homologadas también serán buenos aliados para prevenir la aparición de manchas en la piel, algo que puede suceder a partir del cuarto mes.
  • Prendas de vestir y complementos: en general, es conveniente usar ropa cómoda y holgada, y zapatos de tacón bajo (no zapato plano) y base ancha. La ropa interior debe ser de algodón y los calcetines o medias cortas no deben comprimir las piernas, para facilitar la circulación de la sangre en la parte inferior del cuerpo y aliviar la sensación de piernas cansadas. Conforme transcurran los meses, puede ser necesario comenzar a llevar ropa premamá y un sujetador adecuado -sin aros y adaptado al volumen de las mamas- conforme estas vayan cambiando.
  • Conducción y desplazamientos: a no ser que el médico indique lo contrario, una mujer embarazada puede trasladarse en cualquier medio de transporte excepto en moto, si bien la bicicleta es poco recomendable a partir del segundo trimestre debido al debido a los traqueteos y esfuerzos musculares que puede implicar y a los riesgos por caídas. No obstante, hay que tener en cuenta algunos aspectos:
-En el coche, debe llevar siempre abrochado el cinturón de seguridad con la banda inferior colocada bajo el vientre o usar un cinturón especialmente adaptado para embarazadas; y a partir de la semana 37, es mejor que la futura madre no conduzca.
-En el caso del avión, se recomienda no volar a partir de la semana 36 (32 si la gestación es múltiple), aunque se puede hacer siempre que lo autorice un médico.
Sea en un medio de transporte o en otro, siempre es conveniente que la mujer embarazada dé pequeños paseos y estire la musculatura cada dos horas.
  • De viaje: si se va de vacaciones, es importante que la madre procure dormir una siesta siempre que sea posible y que opte por actividades y jornadas turísticas tranquilas. Elija el destino que elija, debe llevar consigo su historial médico y, para viajes al extranjero, contar con un seguro. No obstante, es preferible evitar viajes a países en vías de desarrollo, especialmente si en estos existen enfermedades endémicas o requieren vacunación. También es fundamental  extremar las precauciones con el agua, bebiéndola solo embotellada.
  • Protegerse de los mosquitos: dado que las picaduras que pueden transmitir malaria o virus zika suponen un auténtico peligro para el feto, no es recomendable para una mujer embarazada viajar a destinos tropicales. Si no hay otro remedio y debe viajar, debe aplicarse un repelente de mosquitos autorizado para su uso durante la gestación (productos que cuenten con DEET -N, N-dietil-meta-toluamida-, IR3535 o Citrodiol). A su regreso, la madre debe recordar al médico o a la matrona que ha estado en una zona de riesgo.

¿Cuándo debo interrumpir mi actividad laboral?

Continuar trabajando durante el embarazo puede ser muy beneficioso para la futura madre, ya que le permite mantener la rutina, relacionarse con otras personas y seguir en contacto con el mundo exterior.
Sin embargo, cada mujer y cada embarazo son distintos y, por lo tanto, puede haber distintos factores físicos y psicológicos, además de laborales, que dificulten que la mujer gestante continúe con su actividad profesional. Así pues, el momento indicado para interrumpir la actividad laboral dependerá de factores como la distancia al lugar de trabajo, el estado físico y anímico de la madre y el tipo de trabajo.
No obstante, sí existen algunas profesiones que se consideran de riesgo, dado que pueden afectar a la evolución del embarazo o suponer problemas para el feto:
  • Las que se desarrollan en ambientes con temperaturas extremas.
  • Las que requieren manipular químicos.
  • Las expuestas a radiaciones.
  • Aquellas en las que la trabajadora tiene contacto con personas enfermas o que puedan ser fuente de contagios.
  • Las profesiones que impliquen exposición a alimentos crudos, como determinadas tareas en ganadería, agricultura o conserveras, también pueden considerarse de riesgo en función del grado y tipo de exposición.
En estos casos, la alternativa puede ser un cambio de puesto de trabajo o incluso, existe la posibilidad de acogerse a una prestación social denominada “Riesgo en el Embarazo”, que permite separar a la embarazada de su puesto de trabajo. No obstante, y ante cualquier duda, la embarazada siempre debe consultar a su ginecóloga o matrona.
Por otro lado, el trabajo en oficina frente al ordenador no perjudica al feto, pero permanecer demasiadas horas sentada puede resultar muy incómodo para la madre, por lo que es conveniente que cambie con frecuencia de postura, que se levante regularmente y que realice estiramientos. Si, por el contrario, el trabajo le obliga a permanecer de pie, la mujerembarazada debe tomarse descansos para sentarse siempre que sea posible.
En cualquier caso y ante cualquier duda, es mejor consultar con el ginecólogo o matrona. En este sentido, hay que recordar que la mujer embarazada siempre tiene derecho a ausentarse del trabajo para acudir a las consultas prenatales, o para asistir a los cursos de preparación al parto.

¿Cómo de importante es el apoyo del entorno durante un embarazo?

Para vencer los temores típicos del final del embarazo y, en general, los cambios emocionales que experimenta la futura madre a lo largo de la gestación, el entorno afectivo, familiar y social, y especialmente el de la pareja, puede convertirse en una gran fuente de apoyo para ella.
En concreto, ocho de cada diez mujeres españolas (80,5%) afirman sentirse entendidas y apoyadas por su parejadurante esta etapa tal como concluye el VIII Estudio CinfaSalud “Percepción y hábitos de las mujeres españolas durante el embarazo”, elaborado por Laboratorios Cinfa y avalado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
A menudo, durante el embarazo, la mujer siente la necesidad de sentirse escuchada y entendida. Por este motivo, no debe dudar en explicar a su pareja y familiares sus sentimientos, ni en plantearles sus dudas e inquietudes y, si es necesario, debe consultar a su médico o matrona.
También los amigos -sobre todo aquellas parejas que ya han vivido la experiencia de ser padres- pueden convertirse en uno de los sostenes de la mujer que se acerca al momento de dar a luz a su hijo.
Por último, la realización de actividades en grupo específicas en esta etapa, como pueden ser cursos de preparación al parto o charlas informativas sobre determinados aspectos, se erigen como espacios de encuentro entre parejas que están viviendo la misma situación. Estas actividades brindan la oportunidad perfecta a las madres y padres de compartir sus experiencias e ilusiones, al tiempo que aclaran sus dudas e inquietudes con el fin de enfrentarse con mayor seguridad y tranquilidad al momento del parto y a la llegada del bebé.
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

LINEA VINOPURE DE CAUDALIE

Caudalie lanza Vinopure, una solución natural y eficaz para acabar con las imperfecciones de la piel. Una línea con tres tratamientos concebidos como un ritual con 3 etapas, a base de ingredientes de origen natural (sin perfume sintético) para prevenir y luchar contra los problemas de las pieles mixtas a grasas sin renunciar a la sensorialidad.
El laboratorio Caudalie ha creado una nueva patente basada en la asociación de polifenoles de uva y de un cóctel de 6 aceites esenciales biológicos purificantes (lavanda, citronela, geranio, romero, melisa y menta piperita). Actuando sinérgicamente, estos activos constituyen un escudo eficaz contra la proliferación de la bacteria P.acnes, responsable de las imperfecciones, y frenan la oxidación del sebo, causa principal de la inflamación de los poros y del cutis apagado. También contiene Agua de Rosa biológica para regular la producción de sebo e iluminar la piel.
1. Preparar y purificar la piel: Tónico Purificante Piel Nítida. Una fórmula muy natural, pensada incluso para las pieles sensibles, para purificar la piel con suavidad y prepararla para recibir los tratamientos posteriores. Mañana y noche, el tónico se aplica sobre el rostro, el cuello y el escote con un algodón y no hay que aclarar. El plus: el tónico contiene Agua de uva biológica para hidratar.
2. Corregir y equilibrar: El Sérum Infusuón Anti-Imperfecciones. Ultraconcentrado en activos naturales, el sérum ejerce una acción exfoliante y desincrustante para disminuir las imperfecciones gracias al ácido salicílico y al nuevo complejo patentado. El hidrolato de rosa biológica controla la producción de sebo y limita su oxidación, mientras que el ácido hialurónico hidrata la piel. Su textura ligera lo hace imperceptible, se funde directamente sobre la piel. Utilizar mañana y noche solamente sobre el rostro, después del tónico. El plus: el sérum puede aplicarse localmente sobre las imperfecciones.
3. Hidratar y matificar: El Fluido Matificante Perfeccionador de la Piel. Por un lado, el polvo de sílice matifica inmediatamente la piel. Por el otro, el hidrolato de rosa y la vitamina B3 regulan los brillos. La piel recobra su resplandor natural. Como complemento del sérum, el fluido hidrata la piel y le aporta todo el confort que necesita. Se aplica mañana y noche sobre el rostro después del sérum. 

Fuente: "Farmaventas", 05/09/2018.


lunes, 27 de agosto de 2018

TENDINITIS

Índice

¿Qué son los tendones?

Los tendones son unas cuerdas fibrosas, resistentes pero flexibles, que unen los músculos a los huesos -o a otras estructuras como el globo ocular-. Al transferir la fuerza generada por los músculos, ayudan a mover la articulación o la estructura a la que están conectados. Es decir, permiten movimientos como doblar la rodilla o girar el hombro. En el cuerpo humano, hay en total unos 4.000 tendones.
Los tendones unen los huesos y los músculos.
Las lesiones deportivas son causa de tendinitis.

¿Qué es la tendinitis?

La tendinitis es la inflamación, irritación o hinchazón de un tendón, lo que provoca dolor y molestias alrededor de la articulación en la que este se inserta. Puede afectar a cualquier tendón del cuerpo, pero es más habitual alrededor del hombro, del codo, la rodilla y el talón. Puede aparecer también en la cadera, los tobillos, las muñecas y manos.
Este trastorno causa dolor y sensibilidad justo fuera de la articulación. Normalmente, los síntomas mejoran con el reposo y el tratamiento farmacológico, pero, si el tendón llega a romperse, suele ser necesaria la cirugía.

¿Qué causa la tendinitis?

Las causas más habituales de la tendinitis son:
  • La realización de movimientos repetitivos a lo largo de periodos prolongados de tiempo, bien sea por razones laborales o de ocio deportivo.
  • Lesiones deportivas o laborales repentinas.
  • Mantener posturas incorrectas o posiciones anómalas.
  • La sobrecarga de las articulaciones por un uso excesivo.
  • El envejecimiento del tendón -pérdida de elasticidad o degeneración del tendón-, provocado por la edad.
  • Sufrir patologías como la artritis reumatoide, diabetes, la gota, la psoriasis o enfermedades de la tiroides.
  • Las reacciones a algunos fármacos.

¿Qué tipos de tendinitis son las más comunes?

Algunos de los tipos de tendinitis más frecuentes son:
  • Codo de tenista (epicondilitis lateral): es la inflamación de los tendones que se insertan en el epicóndilo lateral, una de las protuberancias óseas que se encuentran en la cara lateral externa del brazo, alrededor del codo. La provocan movimientos repetitivos de extensión de la muñeca o de giro del antebrazo, que causan roturas microfibrilares en los músculos extensores del antebrazo. Normalmente, se produce durante la práctica de deportes de raqueta como el tenis, pero también puede causarla movimientos reiterados o esfuerzos excesivos de prensión fuerte o de rotación del antebrazo como los que se realizan al usar un destornillador. Por este motivo, puede afectar a toda la población, no solamente a deportistas, y puede constituir, de hecho, una enfermedad laboral (también puede deberse, por ejemplo, al uso constante del ratón y del teclado del ordenador).
  • Codo de golfista (epicondilitis medial): en este caso, la inflamación, la irritación y el dolor afectan a la parte interna del antebrazo, alrededor del codo. Suelen sufrirlo quienes practican en exceso o empleando una técnica incorrecta deportes como el golf, el béisbol y otras disciplinas que impliquen lanzamientos. Sin embargo, como sucedía con el codo de tenista, también es habitual en quienes se dedican a determinadas profesiones -pintores, albañiles, cocineros…-.
  • Tendinitis aquílea: se trata de la inflamación del tendón de Aquiles, el cual conecta los músculos de la pantorrilla con el talón. Se manifiesta al principio con dolor en la parte superior del hueso del talón (calcáneo) o, en los casos más leves, por una ligera rigidez que aparece por las mañanas. Puede estar provocada tanto por la pérdida de flexibilidad del tendón debido a la edad (en estos casos, suele estar asociada a inflamación de la articulación), como por sobrecarga al practicar en exceso deportes como el running o por hacerlo con una técnica incorrecta, con calzado inadecuado o padeciendo sobrepeso.
  • Hombro de nadador, hombro de tenista o tendinitis del hombro: en este caso, se inflaman, irritan e hinchan los tendones unidos a los músculos del manguito de los rotadores del hombro -que mantiene la cabeza del húmero contra la escápula-. Es una tendinitis habitual en los aficionados a los deportes que requieren que el brazo se mueva por encima de la cabeza de forma repetitiva como el tenis, el béisbol (sobre todo en el caso del lanzador) y el levantamiento de pesas.

¿Cuáles son los síntomas de la tendinitis?

Los síntomas suelen aparecer en el punto donde el tendón se une al hueso. Los más habituales son:
  • Dolor: suele ser de instauración progresiva y se puede tornar agudo e intenso al mover la extremidad o la  articulación afectada. También puede aparecer durante la noche o en forma de rigidez matutina.
  • Mayor sensibilidad en la zona.
  • Hinchazón leve.
  • En ocasiones, enrojecimiento o irradiación de calor.

¿Qué factores de riesgo tiene?

De acuerdo a las anteriores causas, sufren mayor riesgo de sufrir tendinitis:
  • Las personas de edad avanzada: el envejecimiento provoca la pérdida de flexibilidad del tendón, lo cual aumenta la probabilidad de sufrir lesiones.
  • Quienes se dedican a profesiones que implican movimientos repetitivos, mantener posturas o posiciones incómodas, grandes esfuerzos físicos o trabajar en un entorno con vibraciones.
  • Quienes practican deportes que también implican movimientos repetitivos como el baloncesto, la carrera de a pie, el golf, la natación, el pádel o el tenis.
  • Padecer algunas enfermedades sistémicas (como artritis reumatoide o diabetes, entre otras) incrementa el riesgo de padecer tendinitis.

¿Cómo se trata la tendinitis?

El objetivo del tratamiento es mitigar el dolor y reducir la inflamación del tendón. Debe comenzarse lo antes posible y, normalmente, se basa en:
  • Reposo: el descanso de la articulación lesionada permite que el tejido se recupere, por lo que, durante un periodo de tiempo, no pueden llevarse a cabo las actividades laborales o ejercicios físicos que afectan al tendón inflamado, aunque sí pueden realizarse aquellos que no ejerzan presión sobre él. También puede ser necesario inmovilizar la articulación con algún tipo de férula o dispositivo ortopédico como muñequeras, cabestrillos o muletas.
-Durante el reposo, puede ser beneficioso aplicar frío en la zona afectada -varias veces y durante un máximo de veinte minutos- para el tratamiento del dolor agudo en las primeras 48 horas). Más adelante, si se convierte en un dolor crónico, puede resultar de más utilidad aplicar calor húmedo o seco.
-También es beneficioso inmovilizar la zona afectada para protegerla de más lesiones. Para ello, son útiles diferentes dispositivos (férulas, cabestrillos, muñequeras, muletas).
-La compresión del área  inflamada con vendas o bandas elásticas ayuda a reducir la hinchazón y recuperar la movilidad.
-Durante el periodo de reposo de la articulación, deben seguir realizándose todas las actividades que no afecten al tendón lesionado, ya que la inactividad prolongada puede producir la pérdida de flexibilidad. Por este mismo motivo, cuando finalice el descanso, es conveniente mover la articulación con suavidad hasta su límite máximo de movilidad unas cuatro veces al día.
  • Fármacos. Pueden ser:
-Medicamentos analgésicos y antiinflamatorios: por ejemplo, la aspirina, el naproxeno y el ibuprofeno -si se necesita tomarlos durante más de diez días, se debe consultar a un profesional sanitario-. Suelen tomarse por vía oral, pero también pueden aplicarse cremas tópicas con efecto antiinflamatorio.
-Corticoesteroides: las inyecciones de cortisona ayudan a reducir la inflamación y a mitigar el dolor, aunque no se recomiendan para tendinitis crónicas ni de forma frecuente en una misma zona.
-Plasma rico en plaquetas: es una solución preparada a partir de una muestra de sangre propia, que se inyecta en la zona de irritación crónica del tendón. A día de hoy, es necesaria mayor evidencia científica que avale su uso.
-Fisioterapia: un programa de ejercicios específicos puede ayudar a estirar y fortalecer el tendón y el músculo afectados. Masajes, hidroterapia y ultrasonidos son otro tipo de ayudas fisioterápicas que pueden ser beneficiosas, siempre según los casos.
En el caso de que los anteriores tratamientos no sean efectivos, puede ser necesario recurrir a los siguientes procedimientos:
  • Punción seca: se ejecutan pequeños orificios en el tendón con una aguja fina para estimular su curación.
  • Tratamiento con ultrasónico: se inserta en el tendón, por medio de una pequeña incisión, un dispositivo que elimina el tejido cicatricial con ondas sonoras ultrasónicas.
  • Cirugía: si el tendón se llega a romper y especialmente si se ha desprendido del hueso, suele ser necesaria una intervención quirúrgica.

Fuentes:


Diez claves para prevenir la tendinitis

Poner en práctica las siguientes medidas puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir tendinitis:
  1. No abuses del ejercicio. La actividad física regular es beneficiosa, pero el exceso, sobre todo si lo prolongas en el tiempo, puede suponer un sobreesfuerzo para tus tendones. Puedes también combinar varios tipos de ejercicios o disciplinas -por ejemplo, máquinas con running– para evitar sobrecargar la misma articulación.
  2. Mejora tu técnica deportiva. Ya que muchos deportes requieren realizar movimientos repetitivos, es importante que los ejecutes adecuadamente, con el fin de no sobrecargar el tendón involucrado. Si es necesario, da clases o solicita el asesoramiento de un profesional cuando utilices nuevos equipos o maquinarias.
  3. Fortalece tus músculos para realizar deporte. Mantener los músculos fuertes y flexibles ayuda a prevenir lesiones, por lo que los ejercicios de fortalecimiento para proteger las áreas más susceptibles de ser dañadas son muy importantes.
  4. Calienta antes del ejercicio y estira después. Te ayudará a mantener la flexibilidad de tus articulaciones, así como su amplitud de movimiento. Tómate tu tiempo para hacerlo.
  5. Cuida bien tus codos. Evita golpearte o cargar excesivamente sobre esta parte del cuerpo. Si juegas el tenis, prueba a usar una banda elástica que amortigüe los impactos en los codos.
  6. Vigila la ergonomía en tu puesto de trabajo. Si trabajas frente al ordenador, revisa tu postura al trabajar, así como la posición de tu silla y la del teclado, el ratón y el monitor. En el caso de que tu puesto laboral implique realizar movimientos repetitivos, asegúrate de ejecutarlos adecuadamente.
  7. Toma descansos. Si sueles realizar actividades manuales y de escritura, para de vez en cuando y descansa tus manos, codos, brazos y hombros.
  8. Utiliza calzado adecuado. Para lograr una protección adecuada de tobillos y pies, es importante que procures hacer ejercicio en superficies planas y niveladas y con un tipo de zapatilla o calzado adecuado a ella y a tu anatomía.
  9. Vigila si hay actividades que te causan molestias. Sé consciente de las actividades y hábitos de tu vida cotidiana y valora introducir modificaciones si sospechas que pueden estar en el origen del problema.
  10. Escucha a tu cuerpo. Si comienzas a notar dolor en alguna articulación, suspende el ejercicio o deporte y descansa durante algún tiempo. Durante ese periodo de tiempo, sí puedes practicar otros deportes que no involucren a los tendones afectados.
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.
Fecha de publicación 27 agosto, 2018