A pesar de la creencia popular de que una dieta baja en grasa puede
ser beneficiosa en la prevención de enfermedades, los resultados
principales del estudio Predimed, publicados el año 2013 en The New England Journal of Medicine,
demostraron que consumir una dieta mediterránea suplementada con aceite
de oliva o frutos secos reduce el riesgo de enfermedades
cardiovasculares hasta un 30 por ciento en una población de alto riesgo
cardiovascular (diabéticos, sobrepeso, hipertensión, hipercolesterol).
Un grupo de investigadores del Centro de Investigación
Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición
(CiberOBN), en colaboración con otros centros participantes en el
estudio Predimed, han dado un paso más y han evaluado cuáles
son los tipos de grasas que se relacionan con más riesgo de sufrir
enfermedades cardiovasculares y mortalidad. Además, han analizado el
efecto de sustituir unas grasas dietéticas por otras sobre la enfermedad
cardiovascular.
La investigación ha sido coordinado por los científicos del
Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (Iispv) Marta
Guasch-Ferré y Jordi Salas-Salvadó. Sus resultados se publican este mes
en la revista The American Journal of Clinical Nutrition.
GRASAS MONOINSATURADAS Y POLIINSATURADAS
Los
participantes con un consumo más alto de grasas monoinsaturadas y
poliinsaturadas -procedentes del aceite de oliva y los frutos secos-
tenían entre un 32 y un 50 por ciento menos riesgo de padecer patologías
cardiovasculares, comparados con aquellos con un consumo más bajo de
estas grasas. No obstante, los participantes con un consumo más alto de
grasas saturadas y las denominadas trans (grasas que proceden
principalmente de alimentos de origen animal y procesados, como la
bollería industrial) tenían hasta un 30 por ciento más riesgo de sufrir
enfermedad cardiovascular.
Finalmente, este estudio también demuestra que sustituir el
consumo de grasas saturadas y trans por grasas monoinsaturadas y
poliinsaturadas (por ejemplo, consumir frutos secos en lugar de
alimentos de bollería industrial) es beneficioso en la prevención de
enfermedades cardiovasculares y mortalidad.
El trabajo se realizó sobre datos de 7.038 personas con alto riesgo cardiovascular, participantes en el estudio Predimed, a los que se siguieron durante seis años.
Fuente: "Correo Farmacéutico", 27-11-2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.