Aproximadamente la mitad de los hogares ha reducido su gasto en
compra y se ha centrado en el precio como estrategia de ahorro, una
decisión que lleva al consumir español a ser menos fiel a las marcas y a
ciertos establecimientos, a comer fuera de casa con menor frecuencia y a
comprar menos productos frescos, como la carne y el pescado, y más
alimentos básicos. Los andaluces son los que más han variado sus
comportamientos de consumo en estos años y entre los colectivos más
afectados por la crisis destacan aquellos con menor nivel de ingresos en
el hogar.
Así lo refleja el informe Alimentación y Sociedad en la España del siglo XXI,
elaborado por Fundación Mapfre y la Universidad CEU San Pablo de
Madrid, con el objetivo de conocer el impacto que tienen los estilos de
vida en los hábitos de compra y consumo de los españoles, describir cómo
se preparan los alimentos, con qué presupuesto mensual cuentan las
familias y qué nivel de conocimientos sobre hábitos saludables tienen
los españoles.
BASADO EN MÁS DE 2.000 ENCUESTAS
Del
informe, fruto de más de 2.000 encuestas, se desprende que la gran
mayoría de los españoles realiza las tres comidas principales en casa,
un hábito que junto a otros, como hacer la compra, aunque sea de forma
ocasional, cocinar los alimentos a la plancha y al horno, comer
acompañado, sentado y sin prisas, e incluso dormir más de siete horas,
se asocia con menores niveles de obesidad y sobrepeso.
Como excepción a almorzar en el hogar destaca el área
metropolitana de Madrid, donde se encuentra el porcentaje más elevado de
personas que comen fuera de casa casi todos los días, un hábito que
también es habitual en grandes ciudades como Barcelona y que se debe
principalmente al horario, que no permite acudir a mediodía a casa (40,2
por ciento). Comer fuera es también más frecuente entre quienes
trabajan o estudian y se incrementa de forma proporcional a la renta del
hogar.
La pasta y el arroz son los alimentos que más gustan,
mientras que las verduras, las hortalizas, el pescado y la carne, los
que menos. Por zonas geográficas, en todas destaca la pasta como el
alimento preferido, excepto en la zona del Levante, donde es el arroz,
en las comunidades del noroeste, donde se prefiere el pescado, y en el
norte, donde prefieren las verduras y hortalizas.
Los hábitos más frecuentes que tienen los españoles cuando
hacen la compra son principalmente buscar alimentos más saludables (87,7
por ciento), comprobar la fecha de caducidad de los productos (86,0 por
ciento) y comparar precios (71,1 por ciento).
Las mujeres, que son quienes practican dichos hábitos en
mayor medida que los hombres, son las que también se encargan
principalmente de preparar la comida (3 de cada 4, frente a 1 de cada 4
hombres). En su elaboración influyen, por orden de importancia, los
"gustos de la familia", la salud, el precio y la dieta, un factor que
tienen en cuenta especialmente aquellos entre 25 y 30 años.
DIFERENCIAS ENTRE AUTONOMÍAS
Por
comunidades autónomas, los hábitos de compra son diferentes. Los
andaluces, que son los que mayor porcentaje de renta dedican a la compra
de alimentos, son los que comprueban en mayor medida la fecha de
caducidad de los productos. Los murcianos, que por el contrario, son los
que menos renta asignan, leen en más el etiquetado y se preocupan más
por la salud a la hora de realizar la compra.
Los que utilizan más la lista de la compra, buscan
promociones de productos, comparan precios y compran alimentos con valor
añadido son los extremeños, y los catalanes son los que escogen en
mayor medida productos que sean respetuosos con el medio ambiente. Los
aragoneses y castellanomanchegos buscan los alimentos más saludables
cuando hacen la compra y los castellanoleoneses son los que más tiempo
dedican a hacerla.
LOS QUE MÁS GASTAN EN LA COMPRA
El
informe también apunta a que los hogares con menos de cuatro miembros
son los que más gastan en la compra (destinan un presupuesto entre 150 y
300 euros mensuales por hogar), así como a que el supermercado es el
lugar más habitual para adquirir alimentos frescos y no perecederos, si
bien se tiende a acudir en mayor medida a comprar los frescos a las
tiendas de barrio (25,6 por ciento) y al mercado tradicional (24,5 por
ciento), una costumbre que coincide a medida que aumentan la edad y la
renta.
Los hábitos alimentarios que cambiarían los españoles
serían "comer siempre a la misma hora" (52,8 por ciento), es decir,
regularizar más sus comidas, "comer o cenar menos cantidad" (47,3 por
ciento), y "desayunar mejor" (42,2 por ciento). Más de la mitad (52,2
por ciento) destaca que debería "estar más informado" en lo que se
refiere a conocimientos relacionados con la alimentación y la
nutrición, una actitud que se observa con mayor frecuencia entre las
personas con mayor nivel formativo y en las poblaciones de mayor tamaño.
Fuente: "Correo Farmacéutico", 4-11-2015
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