Este hallazgo sugerir que la manipulación de la tasa metabólica basal,
apuntando a la flora intestinal, podría representar un nuevo
enfoque para tratar la obesidad.
Investigadores de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) han
observado que las alteraciones en las bacterias que conforman la flora
intestinal pueden causar cambios en el metabolismo y en la forma de
quemar calorías que podría derivar en un mayor aumento de peso. Se trata
de un hallazgo que parece sugerir que la manipulación de la tasa
metabólica basal, apuntando de forma específica a la flora intestinal,
podría representar un nuevo enfoque para el tratamiento de la obesidad.
El trabajo, cuyos datos publica la revista eBiomedicine,
se realizó en ratones en los que se evaluaron si los cambios provocados
en su microbiota intestinal por un medicamento podían asociarse a un
mayor riesgo de obesidad a pesar de una reducción de la tasa metabólica
en reposo, que mide la pérdida de calorías mientras duermen o están
descansando.
De este modo, confirmaron el papel clave que juega la flora
intestinal en el balance energético y muestra como las alteraciones que
puedan sufrir están directamente relacionadas con la obesidad.
"Es probable que estas bacterias sean responsables de la
pérdida de calorías cuando uno está dormido", ha explicado John Kirby,
profesor de Microbiología de la Facultad de Medicina Carver de dicha
universidad.
Kirby y su equipo se centraron en el uso de la risperidona,
un antipsicótico utilizado para tratar diferentes trastornos mentales
como el autismo, la esquizofrenia o el trastorno bipolar que, además,
causa un aumento de peso significativo. Además, al estar también
aprobado su uso en niños ha propiciado que su consumo haya aumentado
casi ocho veces en los últimos 20 años.
En un estudio previo, los investigadores habían observado
que el aumento de peso relacionado con el uso prolongado de este fármaco
se asociaba con un cambio significativo de la composición de su flora
intestinal, como demostraron los resultados publicados en Translational Psychiatry.
En este caso, el objetivo era ver qué factores se asociaban
a dicho aumento de peso y, tras compararlo con los ratones de un grupo
control, vieron que el único factor responsable podía ser la tasa
metabólica en reposo.
USO DE UN 'CALORIÓMETRO'
Mediante un dispositivo capaz de medir las calorías de estos animales o caloriómetro,
realizaron mediciones precisas de su consumo de oxígeno, producción de
dióxido de carbono para determinar su gasto energético total.
Los investigadores vieron que había pocos cambios en la
tasa metabólica en reposo asociados al consumo de oxígeno en los ratones
tratados con risperidona, pero sería suficiente como para explicar el
aumento de peso de estos animales.
"Se trata de un cambio del 16 por ciento en la tasa
metabólica en reposo, que es enorme", ha añadido Justin Grobe, también
autor del estudio, que asegura que si se extrapola a humanos sería como
un aumento de peso de 29 libras (unos 13 kilos) al año. "Lo que
equivaldría a comer una hamburguesa con queso cada día", ha añadido
Kirby.
Para demostrar que el cambio en la microbiota era el
responsable de este cambio metabólico y el aumento de peso, los
investigadores transfirieron el microbioma de los ratones tratados con
risperidona a los ratones del grupo control y observaron los mismos
efectos.
Fuente. "Correo Farmacéutico", 17-12-2015.
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